Estas semanas hemos conocido dos noticias que son poco esperanzadoras para la necesaria depuradora del Polígono Valle del Cinca. De un lado que SEPES, trasladó al Alcalde que no va a
pagar una depuradora, noticia que no nos coge de sorpresa por tres motivos. El primero
porque el SEPES, pese a ser el promotor décadas atrás, tiene algunas obligaciones y derechos,
como supervisar que las parcelas no sirvan para especular y sí para generar empresas y
empleo, pero ninguna competencia en materia de depuración. La segunda porque la
depuración, al igual que el mantenimiento del polígono, es una obligación legislativa de los
Ayuntamientos y por tanto, aunque nuestro alcalde y el PSOE local quieran tirar balones fuera,
le compete al Ayuntamiento de Barbastro solucionar o cuanto menos encontrar la solución al
problema. Y la tercera, porque SEPES ha construido a lo largo de décadas cantidad de
polígonos industriales, muchos en una época en la que la depuración no era condicionante y
que ahora, décadas después, en plena crisis económica, decida invertir en una depuradora
para el de Barbastro, generaría un antecedente que provocaría que otros ayuntamientos
llamasen a esa puerta para problemas similares. La segunda cuestión que hemos sabido, es
que el Gobierno de Aragón PP-PAR, pese a lo que nos venden en el Ayuntamiento sus grupos
municipales, también tira balones fuera, y por ello, ambos partidos votaron en contra esta
pasada semana a una moción presentada por nuestro Grupo Parlamentario en Las Cortes, la
cual pedía que el Ayuntamiento de Barbastro y DGA, ampliaran el convenio existente en
materia de depuración para hacer una depuradora en el Valle del Cinca y que en tanto en
cuanto las depuradoras no estén operativas, en polígonos industriales o núcleos de población, como pasa en muchos municipios del Somontano y de Aragón, que no se pague el canon de saneamiento en esos lugares. No pudo ser y no habrá depuradora de DGA, ni exenciones al
pago del canon en el polígono.
Depurar el Valle del Cinca no ha sido una prioridad, ni cuando el PP gobernó Barbastro y firmó en el año 1996 un acuerdo con el Gobierno de Aragón para depurar la ciudad dejando fuera el
polígono, ni lo ha sido en los años de gobierno del PSOE, el cual, no ha sabido o no ha querido,
como han hecho otros ayuntamientos buscar una solución a la depuración de su zona
industrial. Por todo ello, hoy Barbastro sigue teniendo un polígono que contamina y daña el
medio natural. Un polígono con una importante limitación competitiva para atraeré empresas
con respecto a otros polígonos que sí depuran y un polígono, que pese al esfuerzo empresarial
por su dinamización, debiera contar en la misma medida con el impulso político local si se
quiere que Barbastro también tenga industria. Pero ese, ya es otro debate.
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